La precariedad de la infraestructura hidráulica en Cuba induce hoy a cuestionar, sin reparos, ¿a dónde fueron a parar los 102 millones 300 mil dólares facilitados al Estado Cubano por el Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Árabe (Kfaed)?
Según reseña la agencia oficialista ACN, los vínculos de la isla con el referido fondo datan de hace más de dos décadas (desde el 2003) y –en ese lapso de tiempo– la cooperación otorgó cinco créditos para la ejecución de obras de rehabilitación de redes de acueducto, alcantarillado, drenaje pluvial, entre varias.
Del monto entregado al estatal Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), hasta la fecha, se ejecutó un 84,7 por ciento, lo cual "benefició" a un millón 454 mil habitantes de las provincias de Santiago de Cuba, Holguín y La Habana.
Sin embargo, datos publicados recientemente confirman que miles de personas no cuentan con servicio de abasto de agua diariamente, en gran medida por los apagones, pero entre las causas figuran también la sequía, la falta de red de distribución, las roturas, la corrupción, entre otras.
Proyectos en desarrollo
En tanto, Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente del INRH, afirmó que se desarrollan proyectos de rehabilitación y completamiento de redes en La Habana, mientras se prevé la arrancada de las obras de reanimación del sistema de suministro de agua y saneamiento de Holguín, del cual se beneficiarán más de 299 mil 100 habitantes.
Asimismo, desde el 2021 se implementa un programa de asistencia técnica para los estudios de solución integral a las inundaciones en el malecón habanero, que es resultado de la rúbrica de un acuerdo de subvención equivalente a un millón 20 mil dólares.
De acuerdo con Rodríguez, el crédito permitió el mejoramiento de 260 kilómetros de redes y conductoras, la instalación de unas 100 mil válvulas para el control de las pérdidas de agua, la importación de equipamientos y materias primas, así como sistemas de bombeo, entre otros.
Aunque las autoridades del régimen aluden al amplio programa inversionista que desarrolla para garantizar el abasto de agua a la población, en la actualidad resulta una problemática persistente la obsolescencia de la infraestructura, con equipos añejos que se rompen de forma cotidiana y provocan interrupciones en los ciclos de suministro, lo que, a la vez, incrementa el descontento de la población.
Unas 700,000 personas en Cuba no reciben agua diariamente debido a los cortes eléctricos, ya que el sector hidráulico es el segundo mayor consumidor de energía eléctrica después de la demanda de la población, reportó el oficialista periódico Granma.
Datos registrados el pasado año apuntan que alrededor de dos millones de personas reciben el servicio cada tres días o más, y existen 478 asentamientos poblacionales que carecen de redes de acueducto de manera total o parcial. Todo ello afecta directamente la calidad de vida y la salud, en tanto obliga a depender de sistemas alternativos para conseguir el preciado líquido.