Una banda de más de 25 hombres fue acusada por un cubano de robar la mercancía transportada por una trabajadora privada de Santiago de Cuba para una supuesta compra en el poblado La Flor de Báguano, en la provincia de Holguín.
La denuncia enviada a nuestra redacción relata que los hechos ocurrieron el pasado martes 21 de mayo. Según el relato, “los delincuentes hicieron la contratación con la trabajadora cuentapropista (TCP) usando Messenger y Whatsapp; además enviaron su identificación de la Organización Nacional Tributaria (ONAT), papeles de TCP y carnet de identidad, para la realización de la factura de tránsito”. Todos los papeles aseguran que eran falsos.
La compra de la carga se asumiría en dos partes, una cuando estuvieran en el poblado La Flor de Báguano y el otro en la ciudad de Holguín, en ambas descargas debían haber ocurrido pagos, aseguran en el texto.
Asimismo, afirman que durante el trayecto de la carga hubo una comunicación fluida entre vendedor y comprador. “Se mantuvieron realizando llamadas desde dos números, el supuesto comprador y su almacenero (quien realizó el primer contacto), quien iba a recibir la carga en Flores, realizar el pago y servir como garantía para la segunda entrega”, describen.
Recuerda que “una vez llegado al primer lugar, frente a la panadería del poblado, son llevados a la casa que queda justo al frente, donde habían más de 25 personas, entre ellos hombres todos enguatados y con mochilas, quienes iban a realizar la descarga de la mercancía”.
El engaño se consuma en Holguín
En ese lugar mostraron la suma que correspondía al primer pago. El dinero estaba “en una mochila con fajos de dinero bien organizados, donde sólo se veían billetes de 1,000 y de 500 CUP, pero debajo había billetes de 10 y de 5, para la suma total de 2 sacos de harina”, añade.
Luego de esa descarga, se dirigen a la ciudad de Holguín para cobrar el resto del dinero y descargar lo que quedaba de la mercancía. Con ellos iba el jefe de almacén “como garantía”. No obstante, “en una parada que realizó el camión se bajó del mismo a toda velocidad, huyendo del lugar en una moto que lo estaba esperando, y dejando atrás la mochila con el dinero”, narra.
Tras indagar con la dueña de la casa donde se hizo la primera operación, aseguran que esta persona les dijo que no conocía a los supuestos ladrones y refirió que “minutos después de que ellos salieron de allí, llegó un camión y se llevó toda la mercancía y parte de los estibadores, y luego otro vehículo se llevó al resto”.
Los afectados pusieron una denuncia a la policía y en la reconstrucción de los hechos descubrieron que “desde temprano había una motorina roja realizando las contrataciones de la casa y de los carros en la comunidad para realizar la estafa”.
Al parecer, “tanto el camión que transportó la carga robada, la motorina y el vehículo que se llevó el resto de los estibadores, estaban escondidos en la zona desde temprano”, apuntan.
Señalan que “este es el tercer delito de este tipo cometido en las últimas tres semanas con el mismo modus operandi en esta zona”.
Recientemente, un operativo policial en la ciudad de Santa Clara, provincia Villa Clara, intervino ante la denuncia de dos millonarias estafas que en un caso involucraron productos alimenticios como leche condensada y galletas importadas (valoradas en más de dos millones de pesos) y en otro 22 parles de cerveza cristal (valorados en más de 15 millones de pesos).
En esa oportunidad la policía aprovechó para reiterar la importancia de verificar la identidad de los compradores y vendedores que son contactados a través de las redes sociales, y de asegurarse de que los lugares en que se va a llevar a cabo las transacciones cuenten con las condiciones necesarias para evitar sorpresas.